SEXO CHUNGO

 
Por Vicky P.


Estamos fracasando con el rock and roll porque no estoy excitado. Estamos fracasando porque aún soy capaz de distinguir al grupo de su público aunque sean el mismo número de gente. Teníamos que hacerlo explotar, hacer que sea como la masturbación, algo que es privado pero que nos pertenece a todos, con lo que nos dejamos explotar y además nos expresamos artisticamente. Foliada y follada se parecen, pero la primera palabra designa un acto y la segunda un estado. Las que hacemos rock and roll nos sentimos como la segunda, a veces en positivo y a veces en negativo, pero lo malo es que estar así es cosa de pocos incluso en el mejor de los casos (el bukkake). El primero de los casos si que es algo colectivo e igualitario porque todos cantan y rien y bailan, lo malo es que es con raíces y en las raíces ya no queda sexo. Es normal, es tradicional. Las tradiciones son malas salvo que sean absurdas como ponerse dilatadores en los testículos. Germán Coppini, eso si que eran dilatadores nos collóns, normal que estea morto. Pero o que cantaba Sexo Chungo era Miguel Costas, avanzando os contidos da política creativa de Lady Gaga: “libré de la mili por exceso de bulto aunque entre las niñas era todo un culto. En todas las tiendas me decían: Vete, no hay pantalones para tanto paquete. Pero no, pero no, sexo chungo quiero yo.” Es como las tetas de Jayne Mansfield, que se expandían como globos terráqueos, globos oculares, que te exploten los ojos mirando una flor. Eran excitantes o monstruosos? Esa es la pregunta clave para el rock. Gaga sabe, parece que te pon pero é fea coma un croio e parécese a unha rapaza que ía ó meu instituto. Pero está tan segura que te pon e logo aparece vestida de vendedor de hamburguesas e non sabes que facer coa túa erección. Ten un micrófono con forma de polla e acércao á boca pero só o usa para cantar, cantas veces che cantaron na polla? Que cancións eran? Os homes sodes ridículos. Miguel Costas e Germán Coppini eran Little Monsters sen lugar a dúbidas pero agora son señores como Madonna. Y aún así. Y aún así los fines de semana seguimos decidiendo si ir a una foliada o quedarnos follando cuando el rock and roll nos debería ofrecer todo al mismo tiempo. En Occidente se asume que lo más divertido son las drogas, pero si una música no tiene gracia sin drogas puede tener gracia en pelotas. Las mujeres valemos para el rock and roll porque el rock and roll es una mierda.

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